Dicho campechano para cuando alguien se la pasa dando vueltas, insinuando y mareando la perdiz en vez de decir las cosas de frente. Vamos, que no va al grano y te trae con el cuento. Se usa mucho para apurar a alguien a que suelte lo que quiere o lo que piensa, sin tanto rodeo.
"Ya deja de andarte por las teclas y dímelo claro, ¿sí vas a venir a la fiesta o nomás me estás mareando desde ayer?"