En la Costa Caribe le dicen cachaco a la gente que viene del interior del país, sobre todo de Bogotá y alrededores. Suena medio burletero pero casi siempre es con cariño, para esos manes bien vestidos que llegan todos pálidos y se derriten con el calor costeño. Y hay que admitir que la palabra tiene su sabrosura.
"Ese cachaco llegó a Santa Marta en jean negro y saco, y a la media hora ya estaba pidiendo jugo de corozo con hielo porque casi se desmaya del calorón."
Palabra usada para referirse a la gente del altiplano cundiboyacense, sobre todo de Bogotá y alrededores. Puede sonar cariñosa o un poco burlona, según el tono, porque se les ve como muy finos, bien vestidos y algo estirados, aunque estén comprando almojábanas en la plaza. A veces pica, pero hay que admitir que tiene su gracia.
"Ese cachaco llegó a la plaza con ruana, pidió tinto en vaso desechable, compró papa criolla, almojábanas y aun así se puso a regatear como si estuviera cerrando negocio en la bolsa."