En Formosa se le dice castillo a ese peinado de la infancia que te dejaba el pelo parado en el medio, tipo mohicano casero con gel barato y mucha fe. Era el look oficial para actos del cole, cumpleaños y fotos que hoy dan vergüenza ajena. Feo, sí, pero con historia y bastante gracia.
"Che, mirá esa foto, boludo: me hicieron el castillo para el acto y quedé con el pelo duro como casco. Mi vieja orgullosa y yo pareciendo un vikingo de Formosa."