Apodo medio carrillero para el vato que trae el pelo rubio clarito, casi blanco, como de avena. Se usa entre compas para echar relajo, no tanto para insultar, aunque depende del tono. Muy de cotorreo: lo sueltas cuando alguien llega bien güero o recién de sol y ya parece cereal con patas.
"Mira nomás, ya llegó el chavo avena con su pelo güerísimo, bien planchado y todo, como si lo hubieran sacado de la caja del cereal."