Se le dice al que siempre está puesto para la rumba, el que no se pierde ni una y llega con energía aunque la fiesta esté floja. Es el que anima el ambiente, se apunta a bailar lo que sea y hasta convence a los demás de salir. Si hay música, ese pana ya está listo. Y sí, a veces cansa, pero se agradece.
"No lo llames dos veces, que ya cayó el chico pal' mambo con camisa floreada, una hielerita y ganas de bailar hasta cuando el DJ repite el mismo tema."