Se le dice a alguien que es lentísimo para moverse o para hacer las cosas, como si trajera un chipote y aun así fuera en cámara lenta. Es una forma burlona de reclamarle a alguien que se apure, porque su ritmo desespera. No es precisamente un halago, pero en la bola se suelta mucho para carrillear.
"Apúrate, chipotudo, que vamos a llegar mañana. Caminas tan lento que el del camote ya dio la vuelta y tú ni cruzas la esquina."