En Mendoza se usa para hablar de alguien que hace trampa o engaña de forma bastante caradura, sobre todo cuando se hace el vivo. Viene del chiste del que promete alto asado con carne de primera y después solo tira unos choripanes medio tristes. Es medio traición, medio viveza criolla, y la verdad es que suena bastante gracioso.
"El loco dijo que iba a tirar costilla y vacío al asador y al final terminó choripaneando con salchichas baratas del súper, ni una provoleta trajo el ratón."