Se usa para vacilar a quien se monta una merendola digna de palacio solo para picar algo. En vez de hacerse un bocata normal, se curra pintxos con mil cosas, presentación fina y todo muy de postureo. Es como decir que se está flipando un poco con el glamour para una simple merienda, aunque a veces da hasta envidia.
"Tía, te has hecho un pintxo-princesa de campeonato para ver la serie, entre los pintxos, el mantelito y la copa de vino parece que estés en un txoko de lujo tú sola"