En Aragón, chuflar es soltar trolas o hablar por hablar, diciendo cosas sin sentido o exageraciones para quedar bien, sobre todo en la barra del bar o en una tertulia. Vamos, el típico que se viene arriba y se inventa media vida. Tiene ese puntito de vacile que da hasta risa.
"Deja de chuflar, maño, que no te has hecho 200 kilómetros en bici en una tarde ni aunque te persiga la Guardia Civil."