En Áncash se usa para hablar con cariño de la botella de licor que se comparte entre patas, casi siempre en reunión improvisada y bien bohemia. No es solo tomar por tomar, es el ritual de pasar la botella, rajar de todo, reírse fuerte y dejar que el trago y la conversa se vayan poniendo cada vez más intensos.
"Causa, ya cayó la noche, jalemos al mirador con la chuparca, armamos fogata, sacamos la guitarra y nos quedamos hueveando hasta que amanezca"