En Sonora se usa como apodo cariñoso para alguien bien dormilón, de esos que se echan una siesta y ya no vuelven. No es insulto fuerte, más bien carrilla leve entre compas o familia. Vendría siendo como decirle oso perezoso, pero en versión norteña, con calorón y todo.
"No le hablen a Juan antes del mediodía, el vato es bien cochi y se queda jetón nomás ve la almohada."