En El Salvador se dice cuando te toca salir disparado, normalmente porque se armó el relajo, viene bronca o mejor te conviene desaparecer antes de que te agarren. Es como huir a toda velocidad para evitar problemas, regaños o una situación bien incómoda. Suena chistoso, pero la idea es seria: sálvese quien pueda.
"Estábamos en la esquina vacilando y de repente cayó la patrulla. Sin pensarlo dos veces, agarramos camino y a correr chancho, porque si no, fijo nos llevaban a dar vueltas."