Expresión bien patagónica para decir que estás pasando un momento de vacas flacas, con la billetera flaquita y contando las monedas para llegar a fin de mes. Es como admitir que andás ajustado, haciendo malabares con las cuentas y recortando gastos por todos lados. Y sí, cuando se corre la coneja, el asado queda para otro día.
"Entre el alquiler, la nafta y el súper por las nubes, este mes corro la coneja mal, ya estoy pensando en vender la Play para pagar la tarjeta"