Así llaman en Caracas a las palomitas de maíz de toda la vida, las que te zampas en el cine o tirado en el sofá viendo cualquier cosa. Es una palabra muy caraqueña y cuando la dices ya huele a mantequilla y refresco gigante. Y hay que admitir que suena mucho más sabroso que decir palomitas.
"Pana, apaga esa olla que se están quemando las cotufas y yo no pienso ver esta peli chimba sin algo que masticar."