En Mendoza se usa para decir que alguien viene caminando un montón, que se clavó una caminata larguísima como si fuera una línea de subte infinita. Es como decir que anduviste a pata todo el día y ya no das más. Y hay que admitir que suena bastante creativo para quejarse del cansancio.
"Amigo, llegaste re fusilado, ¿qué onda? No había bondi o qué, que venís dándole al metro desde Godoy Cruz hasta el centro como un campeón pobre."