Se dice cuando ya traes la arcada en la garganta y estás a nada de vomitar, casi siempre por pasarte de copas o por una mezcla mortal de comida y alcohol. La imagen es que vas a “sacar” un canario del estómago, como si tu panza fuera jaula. Suena chistoso, pero en el momento no da risa.
"Nos echamos unas chelas y luego el pozol, y a la tercera vuelta Juan ya andaba verde, se salió corriendo y terminó echando el canario atrás del salón."