Se dice cuando alguien tiene que ponerse las pilas y pensar bien, usar el ingenio o estrujarse el coco para sacar algo adelante. Es como un empujoncito con humor: deja de improvisar y usa la cabeza. Suena medio viejito, pero justo por eso tiene encanto y queda chido en la plática.
"Si quieres apantallar a tu suegra en la cena, vas a tener que echarle cacumen al mole, porque con puro sobrecito te va a cachar luego luego."