Forma medio burlona y cariñosa de decir “la cabeza”, como cuando alguien se manda una macana y se queda pensando qué hizo. Se usa para vacilar al despistado o al que metió la pata feo, tipo “usa el calatillo pues”. No es insulto heavy, más bien chongo de confianza.
"Mano, te olvidaste las llaves adentro otra vez. Ya pues, usa el calatillo, que el vecino ya nos mira como si fuéramos nuevos."