Verbo inventado en plan chistoso para hablar de ponerse de acuerdo en un horario con alguien y que al final no resulte. Se usa cuando tratas de cuadrar una junta, una chela o cualquier plan, pero entre la mala coordinación y la flojera sureña todo se cae. Es como decir que intentaron organizar algo, pero quedó solo en la intención.
"Pedro y Juan trataron de horar para ir por unas chelas al centro, pero entre la lluvia, la flojera y la hora del partido terminaron tirados en el sillón viendo Netflix cada uno en su casa"