Se usa cuando alguien la caga fuerte y arruina algo que venía perfecto, como hacer cualquier locura que nadie en su sano juicio haría. Viene de la idea de ponerle leche al mate, que para muchos es casi un sacrilegio. Es una forma muy tucumana de decir que alguien metió la pata mal y dejó todo patas arriba.
"Estaba todo armado para la joda y el boludo de Nico le contó a la jefa que faltamos ayer, re echándole leche al mate justo cuando nos estaba felicitando por el laburo."