Expresión muy usada cuando alguien se pone en modo seductor y empieza a soltar labia bonita, medio novelera, para enamorar o impresionar a otra persona. Es como montar un cuento de hadas personalizado, con promesas, historias infladas y carita de yo no fui. A veces funciona, a veces da risa, pero el show siempre entretiene bastante.
"Mira al Luis, otra vez echándose el cuentico a la jevita nueva del barrio, hablándole de su carro imaginario y de los viajes que nunca ha hecho, y la pobre creyéndose toda la vaina."