En Aragón, el fato es la comida que te llevas al campo o al monte, normalmente bocatas, tortilla, jamón y cosas así bien contundentes. Es como un picnic pero más casero, más basto y con mucha madre de pueblo detrás. Suena a día de excursión, vino en garrafa y siesta a la sombra, que tampoco está nada mal.
"Mañana subimos al Moncayo con la cuadrilla, así que prepara bien el fato, que como nos pille el aire sin bocata nos ponemos más tontos que una cabra montesa."
En Aragón se llama fato a la persona que es un poco abusona, que se pasa de lista o que tiene morro para aprovecharse de los demás. Puede ser el que te birla la comida, el que se apunta a todo sin pagar o el que siempre quiere sacar tajada. No es un insulto brutal, pero sí un toque de atención con bastante guasa.
"Tía, el Javi es un fato de cuidado, ha venido a la cena, se ha zampado medio ternasco y encima se ha ido sin soltar un duro"
En la Comunidad Valenciana se le llama fato a alguien que es un poco simple, torpe o que va despistado, como si no pillara las cosas a la primera. No es precisamente un piropo, pero suele decirse en plan vacile entre colegas. Vamos, el típico que la lía sin querer y encima se queda tan ancho.
"Nano, eres un fato: has ido al súper por leche y has vuelto con pipas, una horchata y cero leche. ¿En qué estabas pensando?"
En Aragón, el fato es el almuerzo que te llevas de casa, bien preparadico, para comer fuera. Bocatas, tortilla, embutido y lo que caiga, todo metido en la mochila para aguantar la mañana. Si vas al monte sin fato, eres un poco pringao, porque aquí eso es casi religión, y hay que admitir que tiene su encanto.
"Mañana nos vamos al Moncayo, así que dile a tu madre que prepare buen fato, que con cuatro galletas y un plátano no subimos ni hasta el primer mirador, chaval."