En Loreto se usa para hablar de ese no sé qué que te remueve todo cuando ves a alguien y te quedas templado al toque. Es como un flechazo de Cupido amazónico, medio mágico, medio calentón. No es solo que te guste, es que te deja pensando en la persona todo el día, como si te hubieran echado un hechizo.
"Hermana, desde que vi a Juanito salir del coliseo con su moto china y su polo bien pegado, me dio el efecto feo, me quedé templadaza todo el día pensando en ese condenado."