Se usa para decir que sales a caminar por la ciudad sin rumbo fijo, solo por matar el rato, despejar la mente o ponerte al día con el chisme del barrio. No es una misión seria, es más bien salir a ver qué se cuece por ahí. Y la verdad, a veces una buena callejoneada cura más que un psicólogo.
"Estoy ladillao de tanto trabajo, vamos a echarnos una callejoneada por el centro a ver si pillamos a alguien y montamos el chisme con una malta y unas empanadas."