Se dice cuando arrancás algo con toda la energía, a lo bruto y sin calentar motores, como si te empujara el chiflete patagónico en la cara. Vale para laburo, proyectos, entrenar o lo que sea. Tiene ese sabor sureño de ir de una, sin vueltas. Si no estás listo, te pasa por arriba.
"Apenas cobró el aguinaldo, el Nico empezó con todo el chiflete: pintó la casa, armó el asado y encima se anotó al gym. No paró ni para el mate."