Se dice cuando alguien está de mala leche, con el humor torcido y contestando a todo con mala cara. Vamos, que va agrio, como si se hubiera zampado un limón a bocados. En Murcia se suelta mucho para avisar de que hoy esa persona no está para bromas ni para darle la turra.
"No le digas nada a Paco, que hoy viene ácido perdido y como le sueltes una broma te mete un corte que te deja tieso."