Se dice de alguien que va bien alegre de más, o sea, bastante borracho, con la cara colorada y el equilibrio en modo ahorro. Es como estar blandito y deshecho, igual que un mazapán al sol. En Asturias encaja perfecto después de una espicha, cuando la sidra manda y la dignidad se va a dar una vuelta.
"Después de la espicha del sábado, Pepín estaba como un mazapán, rojo como un tomate y bailando pegado a la farola como si fuera su novia."