Se dice cuando algo está genial, de primera, como para presumirlo. Puede ser un plan, una comida, un concierto o hasta cómo te queda la chaqueta nueva. Es una forma muy madrileña de soltar que todo ha salido redondo y que estás encantado. Vamos, que si no lo repites, es porque no te cabe más felicidad.
"¿Qué tal la cena en Malasaña? Estaba de lujo, croquetas a lo bestia, buen rollo y hasta el camarero nos invitó a un chupito."