Se dice cuando alguien anda con una mala leche de suerte brutal, como si todo le saliera al revés. Es estar salado, gafado, con la pava encima. Lo sueltas cuando te pasan una tras otra y ya ni te sorprende. No es que seas torpe, es que el universo te agarró de punto, y eso da rabia.
"Coño, mano, hoy estoy empavado, se me regó el café, perdí el pasaje y el bus me dejó botado ahí mismo."