Se dice cuando alguien está en su nube, relajadísimo y sin preocupaciones, como si estuviera en la gloria y nada le rozara. Puede ser por estar echado, medio dormido o simplemente desconectado del drama. En Carabobo suena a plan sabroso, de hamaca, brisa y cero estrés. Y sí, da envidia.
"No me llames pa’ problemas, estoy en el ángel en la hamaca con una birra fría y el ventilador a millón, chamo."