Se usa para decir que alguien está demasiado bien vestido, arreglado o producido, como listo para lucirse en cualquier lado. La idea es que está tan presentable como una buena carne puesta en la parrilla, todo en su punto. Es una forma medio jocosa de halagar a alguien que se esmeró con el look, y la verdad es que suena sabroso.
"Chamo, viste a Jorge en la rumba de anoche, estaba hecho un parrillero, parecía que iba pa' una alfombra roja en vez del cumple de la vecina."