Se usa para decir que alguien está totalmente desorientado, que no se entera de nada o que no sabe por dónde le da el aire. La gracia está en imaginar un barco cargado de arroz que nadie sabe dónde acabó. Es una expresión muy andaluza y muy gráfica, y hay que admitir que tiene bastante arte.
"Llevé a mi primo de pueblo al centro comercial nuevo y el nota iba más perdido que el barco del arroz buscando la salida del parking"