Se usa para decir que alguien está cerradísimo, que no entra en razón ni a martillazos. Es la típica persona a la que le hablas, le explicas las cosas con calma y da igual, sigue igual de rígida que un muro de hormigón. Vamos, que está cabezota perdido y no hay manera de moverlo ni un centímetro.
"Le he explicado mil veces que el examen es mañana y el tío sigue tan pancho, está como una pared, no se entera ni quiere enterarse, parece que le hablo al frontón del pueblo."
Se usa para hablar de alguien que se queda mudo, duro y sin reacción ante algo que lo deja re descolocado. Es como si se transformara en un mueble, ahí clavado, sin saber qué decir ni qué cara poner. Muy típico cuando la sorpresa es tan grande que el cerebro hace huelga, y la verdad es que la imagen es bastante graciosa.
"Le cayó la noticia de que iba a ser papá y el loco se quedó ahí, quieto como una pared, ni felicitó ni nada, parecía un poste de luz."