Dicho yaracuyano para cuando alguien queda llenísimo, con la barriga inflada y el cuerpo pidiendo hamaca. Se usa después de una comilona brava o de pasar el día picando de todo, hasta que el pantalón empieza a apretar y uno camina como si llevara un tambor amarrado. Da risa, pero es real.
"Chamo, después de esa arepada con pernil y chicha quedé ancho'e lomo, el jean no cerró y me fui a la hamaca a morir un ratico."