Se le dice a alguien cuando lo ves demasiado contento, con una sonrisa que no le entra en la cara, como si estuviera derritiéndose de felicidad. Es una forma medio cargosa y cariñosa de marcar que anda de buen humor y se le nota a kilómetros. Ideal para pinchar un poco y sacar el chisme.
"Che, ¿y vos por qué estás como galletita al sol? Desde que llegaste a la oficina no parás de sonreír, contá qué onda, ¿te salió el laburo o qué?"