Se le dice a alguien que va rapidísimo, que no para quieto y hace las cosas a toda velocidad, como si tuviera un motorcito. Sirve tanto para correr de un lado a otro como para laburar o pensar en modo turbo. Es un elogio con tono de asombro, bien de charla cotidiana.
"Che, Juan, ¿ya dejaste el rancho impecable y encima hiciste las compras? Estás hecho un relámpago, boludo, no te sigue ni el perro."