Se usa para decir que algo tiene vibra playera, relajada y fiestera, como vacaciones eternas con calor, chelas y cero estrés. Puede implicar desmadre, improvisación y un toque de caos sabroso, tipo fiesta que se alarga hasta que sale el sol. Suena a Acapulco clásico, medio kitsch, pero con encanto y mucho chisme.
"Quedamos en una reunión tranqui y acabamos con banda, reggaetón, vecinos quejándose y gente en la alberca con ropa, todo bien estilo Acapulco"