En los almacenes de barrio se usa para cuando te llevás algo sin pagarlo en el momento y queda anotado en el cuaderno del almacenero. Es como decir que te lo dan a crédito, confiando en que después vas a volver con la plata. Hermosa tradición argenta que depende pura y exclusivamente de la confianza del bolichero.
"Che, doña Marta, anótame el fiado de los bizcochos y la gaseosa, que hoy ando más seco que lengua de loro, pero el viernes cobro y caigo con los billetes."