Se dice cuando alguien cambia de idea o de plan de golpe, sin avisar y sin transición, como si pegara un volantazo. Vale para decisiones, opiniones o hasta para el humor del día. No es la frase más exclusiva de Zacatecas, pero allí suena bien para describir a quien hoy dice una cosa y mañana la contraria.
"Juraba que no iba a salir ni por unas papas y, en cuanto le hablaron de la peda, giró en seco, se puso la gorra y cayó a la fiesta bien campante."