Expresión muy chilena que se usa cuando alguien se rinde, baja la cabeza y acepta que perdió la discusión, la pelea o la situación. Es como decir ya fue, no tengo por dónde ganar y mejor me hago el leso y paro aquí. Suena chistosa, pero cuando te toca inclinar la mocha duele igual.
"Llevábamos una hora discutiendo por el Play y al final tuve que inclinar la mocha, pasarle el control al compadre y mirar la tele nomás."