Forma fina y un poco en clave para decir que vas al baño sin soltarlo tan directo. Suena como si fueras a regar los tomates pero en realidad vas a hacer tus cosas al WC. Se usa con tono de misión secreta y cara seria, aunque todos saben perfectamente a qué huerta te refieres.
"Oye, si viene el jefe dile que ahora vuelvo, que tengo que ir un momento a la huerta a regar las lechugas."
En el País Vasco, ir a la huerta es básicamente irse de poteo con la cuadrilla, de bar en bar, a tomar algo y a echarse unas risas. No tiene nada que ver con plantar tomates, aquí se trata de regar el gaznate y calentar motores para la fiesta. Es de esas expresiones que ya dan sed solo de escucharlas.
"Aupa, Iker, esta tarde vamos a la huerta por el Casco Viejo, que llevo toda la semana currando y necesito potes, pintxos y descojone del bueno."