En Sucre se usa para ponerse a narrar algo con todo el detalle del mundo, metiéndole sazón, chisme y un poquito de novela. No es solo contar lo que pasó, es adornarlo, meterle drama, imitar voces y hacer que todo suene más épico de lo que fue. A veces es verdad, a veces es puro invento, pero igual entretiene un montón.
"Chamo, anoche María se quedó hasta las tres echando el cuento de la fiesta, que si el DJ se cayó, que si se fue la luz, que si apareció el ex borracho cantando vallenato en la puerta del edificio"
Contar algo de manera directa, sin rodeos. Revelar o confesar algo que ha estado en secreto.
"Chamo, ya es hora de echar el cuento y decirle a Daniela que te gusta. ¡Ármate de valor y suéltalo todo!"
Expresión usada para referirse a flirtear o coquetear con alguien, generalmente contando historias ingeniosas para impresionar.
"El sábado en la fiesta no perdí tiempo y le eché el cuento a Carolina hasta que se partió de risa toda la noche."
Expresión chilangona para cuando alguien se pone a inventar, exagerar o adornar la historia para quedar bien, zafarse de un problema o impresionar a la banda. Es como armar una novela completa nomás para que le crean. Y la neta, a veces el choro está tan bueno que hasta da risa escucharlo.
"Llegaste bien tarde, güey, ya sabemos que andabas de fiesta, deja de echar el cuento de que te secuestró un ovni en Periférico y mejor pide las chelas."
En Guerrero se usa para hablar de alguien que se pone a presumir, a adornar la historia y a tirarse flores mientras cuenta algo. No siempre es mentira total, pero le mete tanta crema a sus tacos que ya nadie sabe qué creer. Es como cuando alguien arma toda una novela solo para quedar como héroe, y la neta da risa.
"Ya llegó el Chuy, agárrense, que otra vez va a echar el cuento de cuando según él lo invitaron a una fiesta privada en Acapulco con puro artista y terminó cantando con el grupo en el escenario."
Expresión que significa inventarse una historia o mentir descaradamente, como quien se lanza un discurso sin ton ni son.
"No le creas a Jorge, se la pasa echando el cuento diciendo que fue al espacio en vacaciones."
Contar chismes o noticias de manera detallada, como si narraras una telenovela.
"Ayer, en la plaza, Juana se puso a echarme el cuento y me dejó con la boca abierta: ¡resulta que Pedro anda con Carmen desde hace meses!"
Esta expresión se usa para narrar algo con lujo de detalles, como si estuvieras contando una novela bien sabrosa. Se trata de informar de manera que todo el mundo quiera escuchar.
"Mira, hermano, si vas a echar el cuento de lo que pasó ayer, ponle ritmo porque eso estuvo prendido."
Expresión muy usada para hablar de cuando alguien se lanza a seducir con labia, historias bonitas y promesas medio infladas. Es el arte de hablar sabroso para enamorar, convencer o al menos dejar a la otra persona medio mareada. A veces funciona, a veces es puro humo, pero cuando sale bien uno se siente casi mago del verbo.
"En la playa de Araya, Luis se puso a echarle el cuento a una carajita de Caracas y al rato ya estaban cuadrando paseo en lancha, heladito y hasta bailes en las fiestas patronales."
Expresión muy usada para avisar que vas a soltar una historia sabrosa, casi siempre con chisme incluido y todos los detalles jugosos. Es como decir que vas a narrar lo que pasó paso a paso, con drama, salseo y todo el bochinche. En Lara y en Venezuela en general se usa muchísimo, y la verdad es que suena demasiado sabroso.
"Chamo, trae las sillas y el cafecito porque te voy a echar el cuento completico de la novela que armó la vecina con el mototaxista."
Se usa cuando alguien se pone en modo conquista y empieza a hablar bonito para enamorar, convencer o levantar a otra persona. Es soltar todo el verso, la labia y el encanto costeño para ver si cae. A veces funciona, a veces da pura risa, pero el intento siempre tiene su arte y su sabrosura.
"Oye, viste a Carlos anoche en la playa, todo perfumado y echándole el cuento a la turista argentina, y al final terminó bailando solo con el DJ."
Se usa cuando alguien intenta conquistar a otra persona con labia, charla dulce y promesas medio novelescas. Es como montar toda una historia romántica para ver si el otro cae rendido, a punta de verbo y carita de yo no fui. Y hay que admitir que cuando sale bien, el cuento queda mejor que cualquier serie.
"Parce, anoche me quedé hasta las dos echándole el cuento a la vecina y al final solo me dijo que estaba muy cansada para enamorarse."
Reunirse con los panas para compartir chismes más jugosos que una pamplonada. Es el arte de narrar historias que dejan a todos en vilo.
"Nosotros compramos unas birras y echamos el cuento hasta que se fue la luz."
Expresión típica para hablar de contar una historia, un chisme sabroso o un bochinche bien armado, con todos los detalles y hasta extras. No es solo informar, es sentarse a rajar con calma, café en mano y tiempo de sobra. Y hay que admitir que cuando alguien echa el cuento bien, uno se queda pegado escuchando.
"Marico, me senté con la vecina a echar el cuento y terminamos pegados hasta la medianoche, chismeando de la fiesta de Juan, de las comadres, del ex de la comadre y hasta del perro del ex."
Es cuando alguien cuenta una historia exagerada para impresionar o añadir emoción y drama a la conversación.
"Chamo, no le creas a Arturo, siempre anda echando el cuento de que lo persiguió un jaguar en la montaña. ¡Ese pana es un exagerado!"
En Risaralda se dice cuando alguien se pone a hablar bonito y a inventarse una historia medio adornada para caerle bien a otra persona. Es como coquetear con labia, meter carreta y endulzar el oído, a veces con promesas que suenan divinas pero huelen a puro cuento. Sirve para conquistar, impresionar o zafarse.
"Ese man vive echando el cuento en el parque: a Laura le juró que la llevaba a Santuario en moto y que allá le cantaban los colibríes, y ella casi le cree."
Frase utilizada para referirse a alguien que intenta convencer o enamorar a otra persona, usualmente adornando la realidad con historias poco probables.
"Este Mauricio siempre anda echando el cuento en las fiestas, dice que fue astronauta y todo, ¡ni que vendiera humo!"
Expresión venezolana que se usa cuando alguien se pone en modo seductor y empieza a hablar bonito, inventar historias o exagerar anécdotas para impresionar a otra persona. Es como tirar labia con estilo, a veces medio novelero, todo con la intención de conquistar o al menos llamar bien la atención. Y sí, suele ser bastante divertido verlo en acción.
"Marico, viste a Luis en la fiesta, tenía rato echándole el cuento a la jeva del edificio y el pana ni se dio cuenta de que se le cayó la birra en el zapato."
Se dice cuando te pones a contar una historia con calma, con chisme incluido y todos los detallitos jugosos. Puede ser simplemente ponerse a conversar, pero casi siempre lleva ese toque de cotilleo sabroso, como de patio. Vamos, sentarse un rato a hablar y a soltar la novela completa, sin apuro.
"Chamo, tú no sabes el peo de ayer. Vente pa' la plaza un ratico y echamos el cuento con lujo de detalles, que eso estuvo de película."
En Táchira se usa para ponerse a contar chismes, anécdotas o historias con todos los detalles sabrosos. Es sentarse a hablar largo y tendido, sin apuro, soltando todo el cuento completico. Suena a tarde de café, pan andino y risas. Y la verdad, pocas cosas unen más que echar el cuento con la gente.
"Ayer me fui pa' la casa de la vecina a echar el cuento y entre café, pan andino y chismeadero terminamos saliendo de ahí casi a medianoche."
En Venezuela se dice cuando vas a contar un chisme o una historia con todos los detalles, normalmente bien jugosa. Es como soltar la novela completa, con pausa dramática incluida, para que el otro se quede pegado. Suele ir con confianza y tono de panas, y si hay cafecito o refresco, mejor todavía.
"Chama, siéntate un momentico que te voy a echar el cuento completico de lo que pasó anoche en la rumba, porque eso estuvo demasiado fuerte."
En Monagas, echar el cuento no es ponerse a narrar una novela, es caerle a alguien con labia para cuadrar, enamorar o por lo menos tantear el terreno. Puede ir desde un piropo fino hasta un cuento medio inventado con tal de impresionar. Si lo haces bien, te ganas la sonrisa. Si no, quedas como intenso.
"Anoche vi a Juan echándole el cuento a Mariela en la plaza, con una labia que ni el vendedor de empanadas. Ella se reía, pero el pana ya estaba más lanzado que una cometa."
En Meta se usa para cuando alguien te está coqueteando duro, tirándote los perros con labia romántica y promesas medio dudosas. Es como cuando te montan todo un cuento para enamorarte o al menos para ver qué cae. A veces suena bonito, pero uno ya sabe que mucho cuento y poca acción también cansa.
"Parce, ese man toda la noche echándome el cuento en la verbena y yo ahí, haciéndome el loco mientras bailaba llanero con otro."
Expresión venezolana que significa contar una historia, chisme o anécdota con todo el drama, detalles sabrosos y exageración necesaria para que el otro se enganche. No es solo informar, es narrar con sazón, con pausas, gestos y suspenso. Básicamente, sentarse a rajar y reírse un rato, que para algo existe el chisme bien contado.
"Marica, cae en la casa esta tarde para echarnos el cuento completo de lo que pasó en la fiesta, porque ese chisme no se puede quedar a medias."
En Sucre se usa para ponerse a contar una historia con todo el drama, los detalles sabrosos y un poquito de exageración para que enganche más. Es como montar una novela con cualquier chisme del barrio. A veces la gente se enrolla tanto echando el cuento que terminas pegado escuchando aunque ni te importe mucho.
"Marico, llegó Luis a la esquina a echar el cuento de la rumba en la playa y terminó metiendo fuegos artificiales, tiburones y hasta a la ex suegra buceando, todo el mundo muerto de la risa."