Estar jaspeado
Se dice cuando alguien vuelve con un bronceado bien marcado, a veces disparejo, como con manchas o franjas por el sol, la ropa o el protector mal puesto. Vamos, que quedaste tostado y con “diseño” sin querer. En Anzoátegui se suelta mucho después de playa o río, y da risa porque es cero glam.
"Chamo, te fuiste a Lechería dos días y volviste jaspeado, primo. Tienes la marca de la franela pegada, pareces una arepa a medio dorar."
Lanzar un paquete
Se dice cuando alguien se pone a echarse flores y a inventar o exagerar historias para quedar como el más duro, pero tú le ves la costura a kilómetros. Vamos, puro cuento para impresionar al grupo. Muy de pana: lo escuchas y piensas, ajá, sí, claro, lánzate otro paquete a ver.
"Juan dijo que conoce a Bad Bunny y que lo invitó a su casa en Lechería, pero eso es puro cuento, estaba lanzando un paquete durísimo."
Arrecho pa'l placer
Se dice cuando andas con unas ganas brutales de vacilar y darte el gusto, ya sea una rumba, una playa, una comida sabrosa o cualquier plan que promete. En Anzoátegui suena a emoción pura, como estar prendido y listo pa' gozar. Ojo, según el tono, arrecho también puede sonar a molesto, pero aquí es full disfrute.
"Papi, el sábado hay playa, birras y parrilla con los panas, yo estoy arrecho pa'l placer desde el jueves."
Echarse unos tacazos
Se dice cuando vas a jugar billar un rato, sin presión y más por pasarla bien que por competir. Normalmente es plan de panas, con música de fondo y alguna birra o refresco en la mesa. Es como decir vamos a tirar unas carambolas y a echar cuento mientras tanto. Plan sencillo, pero sabroso.
"Chamo, deja el estrés y vámonos pa' la bodega a echarnos unos tacazos con los panas, que hoy pago yo la primera."
Ponerse en la papa
Se dice cuando alguien por fin se ubica y agarra el hilo de lo que está pasando. Es como ponerse al día con el chisme, entender el tema o caer en cuenta de la movida. Muy de panas para cuando andas perdido y te toca actualizarte rapidito. Y sí, casi siempre viene con cuento y risas.
"Llegaste tarde a la rumba y no entendías nada, así que te sentaste con una Polar y te pusiste en la papa con el chisme del barrio."
Echar el cuento
Se dice cuando te pones a contar una historia con calma, con chisme incluido y todos los detallitos jugosos. Puede ser simplemente ponerse a conversar, pero casi siempre lleva ese toque de cotilleo sabroso, como de patio. Vamos, sentarse un rato a hablar y a soltar la novela completa, sin apuro.
"Chamo, tú no sabes el peo de ayer. Vente pa' la plaza un ratico y echamos el cuento con lujo de detalles, que eso estuvo de película."
Echarle pichón
Se dice cuando toca meterle ganas de verdad a algo, currar duro y no rajarse aunque estés sudando la gota gorda. Es como decir: ponte las pilas y dale con todo, sin flojera. Muy de calle para animar a alguien o para reconocer que la cosa va a requerir esfuerzo del bueno.
"Mira, si queremos entregar ese trabajo hoy, toca echarle pichón, comprar empanadas y darle hasta que salga, ¿o qué?"
Achicopalarse
Verbo bien venezolano para cuando te vienes abajo, te pones triste o se te cae la moral por cualquier vaina. Es ese bajón de ánimo de chamo cuando algo no sale como querías, te cancelan el plan o te dan una mala noticia. Suena medio dramático, pero se usa full en serio y en broma.
"No te me achicopales, vale. Si hoy se dañó la ida a la playa, mañana armamos un sancocho en la casa y listo, ¿o qué?"
Tirarse una gota
Se dice cuando alguien se lanza una excusa malísima, de esas que se ven venir a kilómetros y no se las cree ni su mamá. Es como soltar un cuento flojo para zafarse de una responsabilidad o quedar bien. Muy de pana para cortar el show y dejar claro que nadie está comprando esa película.
"No te me tires una gota, chamo: que si el bus se perdió, que si Mercurio retrógrado… llegaste tarde porque te quedaste pegado viendo reels, ya."
Llevarse la medalla
Se dice cuando alguien termina quedándose con el reconocimiento, los aplausos o el crédito de algo, como si fuera el campeón del cuento. A veces es merecido y otras es puro show, porque el que de verdad se partió el lomo fue otro. Va perfecto para rajar de los vivos que se cuelan.
"Chamo, Carlos ni apareció en las reuniones y al final se llevó la medalla. Nosotros pegados hasta tarde y él ahí, como si nada, cobrando gloria."
Estar torreador
Se dice de alguien que está en Babia, medio ido o perdiendo el tiempo sin hacer nada productivo. Puede ser por flojera, por estar distraído o por andar pegado a la nada, como mirando el techo. No siempre es con entusiasmo, más bien es estar en modo vago y desconectado. Y sí, da risa verlo desde afuera.
"Chamo, mira a Juan: desde el mediodía está torreador en el sofá, viendo pasar los carros y diciendo que ahorita sí se para."
Puentalear
Verbo bien criollo para cuando te armas un puente y te desapareces del mapa. Es pegar viernes con lunes, o meter un feriado por el medio, para estirar el descanso como chicle. Se usa mucho en plan de trabajo o clases, cuando ya estás cuadrando la fuga y nadie te ve el polvo.
"No me llames el lunes, pana, que voy a puentalear: me pegué el viernes y me fui pa' Mochima a comer empanadas y echar playa."
Aceitico
En Anzoátegui le dicen así al tipo que se cree galán y vive echando labia, como si tuviera un manual de conquista barato. Se arrima a las jevas con su “encanto” medio dudoso, todo resbaloso y confianzudo. No siempre es mala gente, pero suele dar pena ajena. Y sí, el apodo le queda perfecto.
"Mira, ahí viene Juan con la habladera otra vez, el aceitico del grupo. Se pegó a la jeva de la barra y ya está echándose flores como si fuera modelo."
Armar un bochinche
Se dice cuando alguien monta un alboroto de los buenos, arma un escándalo o pone el ambiente patas arriba, casi siempre por una discusión, celos o puro show. Es muy de Venezuela y suena a que ya viene el drama con gritos, gente metida y cero paz. Y sí, suele acabar mal.
"Bájale dos, vale. Si sigues con esa gritadera vas a armar un bochinche en la fiesta y nos botan a todos pa' la calle."
Echarse un blanco
En Anzoátegui se dice cuando alguien se tira un rato a tomar sol, normalmente en la playa, para agarrar color y quedar bien doradito. Es como echarse una siesta, pero versión caribe: arena, brisa y cero estrés. Si te pasas, terminas rojo como camarón, así que ojo con el bloqueador.
"Chamo, después de comer me voy pa' la orilla a echarme un blanco un ratico, que ando más pálido que pared recién pintada."
¡Échame un cuento bueno!
Se dice para pedirle a alguien que se lance una historia bien contada, de esas que entretienen, dan risa o tienen chisme del bueno. Es como decir: cuéntame qué pasó, pero con sabor a calle y ganas de vacilar un rato. Ideal cuando alguien llega con cara de que trae novela y tú quieres detalles.
"Epa, pana, échame un cuento bueno, que te vi saliendo apurado de la rumba y después nadie supo nada. ¿Qué fue lo que pasó?"
Armar la torre
Se dice cuando alguien se pone intenso y arma un escándalo por una vaina mínima. Es como “armar un peo”, pero con ese toque de exageración: de un detalle chiquito te levantan un drama tamaño edificio. Se usa mucho para regañar o burlarse del que se pasa de novela y no baja dos.
"Chamo, no armes la torre porque se te cayó el helado, vamos a comprar otro y ya. Pareces una novela de las ocho, vale."
Estar como una torre
En Anzoátegui se suelta para decir que alguien está altísimo, como un poste, o que anda crecidito y se cree la gran vaina. También vale cuando la persona está en su mundo, distraída, como mirando pa' otro lado. No es insulto fijo, pero sí un toque de burla cariñosa si te pasas de intenso.
"Epa, chamo, deja la pose: desde que te compraste esos zapatos con plataforma andas como una torre, y ni saludas a nadie en la cuadra."
Estar en puro vapor
Se dice cuando alguien anda sin hacer nada productivo, puro ocio y flojera. Como un carro prendido que hace ruido, gasta gasolina y no avanza ni un metro. También vale para el que está en modo vago total, dando vueltas sin rumbo. Suena bien venezolano y te pinta al pana que no arranca ni con empujón.
"Chamo, desde que arrancaron las vacaciones está en puro vapor, pegado al sofá y no hace ni medio, ni pa' comprar pan."
Estar mueble
Se dice de alguien que se queda tieso en un sitio, sin moverse ni pa’ buscar agua. Puede ser por flojera, por estar demasiado cómodo o porque quedó reventado después de comer. La idea es que está plantado como un mueble, decorando. Suena medio en broma, pero retrata perfecto al que se pega al sofá.
"Chamo, deja el celular un pelo y párate a ayudar, que estás mueble desde que te metiste esa arepa y ya pareces parte del sofá."
Pegao' como un chicle
Se dice de alguien súper pegajoso, intenso o pesado, de esos que se te pegan y no se despegan ni a palos. Puede ser por ligue, por chisme o por pura ladilla. Vamos, el típico que te sigue a todos lados como si fueras su GPS y tú ya buscando una salida de emergencia.
"Chamo, ese pana está pegao' como un chicle, fui por una Polar y cuando volví ya estaba otra vez al lado mío, qué ladilla."
Cagón
Se le dice a alguien muy miedoso o cobarde, de los que se asustan por cualquier tontería y siempre buscan excusas para no hacer algo. Es un insulto coloquial, bastante común, y puede sonar fuerte según el tono. Vamos, el típico que oye un ruido en la noche y ya está llamando a la mamá.
"Pedro vio dos zancudos y ya no quiso subir la montaña, se devolvió corriendo. Qué cagón, pana."