En Apurímac se usa para hablar de alguien que quiere sacar ventaja sin haber hecho casi nada, como el típico vivo que se mete al final para llevarse premio. Es medio criticón, porque señala al que se aprovecha de la situación o quiere un extra que no le toca. Y hay que decirlo, todos conocemos a uno así.
"Ese pata ni vino a la chamba y ahora quiere jalar la cola para llevarse su parte del bono, bien fresco el causita."
En el Maule se usa para cuando alguien insiste con preguntas para sacarte el cahuín, la copucha sabrosa, pero con maña y paciencia. No es solo fisgonear, es ir tanteando hasta que el otro suelte la sopa. A veces se hace con cariño entre amigos y otras con puro copuchenteo, pero igual tiene su gracia.
"Oye, la Andrea lleva toda la mañana jalándole la cola a la Martita pa' que le cuente si de verdad se comió al primo del pololo en la fiesta del sábado"