Interjección suave y muy común en España para soltar sorpresa, enfado leve, admiración o un susto sin decir una palabrota. Es como un ¡jo! o un ¡joder! pero en versión apta para abuelas y profes. Te vale para casi todo cuando algo te deja loco, para bien o para mal.
"¡Jolín! Me giro dos segundos y ya te has comido la última croqueta, qué velocidad llevas, campeón."