En la zona de Los Lagos se usa para hablar de la gente sapísima que anda pendiente de la vida ajena, chismeando todo lo que ve y escucha. Es esa persona que no se guarda nada y reparte secretos como si fueran pan caliente. No es un cumplido, pero hay que admitir que a veces el cahuín se pone entretenido.
"Oye, no le contís nada al Juan, si ese loco vive leyendo la carta a medio Puerto Montt y después todo el barrio sabe hasta qué calcetines te pusiste."