Se le dice a alguien que por fuera parece áspero, serio o medio amargado, pero en el fondo es un pan de Dios. Va de duro, corta el rostro y no regala sonrisas, pero cuando te agarra confianza te cuida a su manera. Es como el limón del monte: pinta bravo, pero tiene su dulzura escondida.
"Dejá de bardear a la Vero, che. Se hace la dura y te clava cara de orto, pero es limón del monte: si te ve bajón, te cae con mate y bizcochitos."