En Trujillo le dicen micro al bus urbano de toda la vida, ese que va reventando de gente, con música a todo volumen y un cobrador gritando la ruta. Suelen ir rápido, frenan de golpe y parece que compiten por cada pasajero. Viajar en micro es barato, caótico y, admitámoslo, tiene su encanto peligroso.
"Subimos al micro en la España, el chofer se creía piloto de rally, el cobrador colgado de la puerta y yo agarrado al asiento pensando que no salía vivo de la curva del óvalo Papal"
En Chile, micro es la forma más común y de calle para decir autobús, sobre todo el urbano o interurbano. Es ese bus de todos los días: barato, lleno, a veces medio destartalado, pero te salva igual cuando no hay auto o andas corto de plata. Si dices micro, suenas local al tiro.
"Ando sin lucas, así que dejemos el show y nos vamos en la micro al centro antes de que se llene hasta la puerta."
En Perú, sobre todo en Lima, micro es la forma de decirle al microbús, ese bus chiquito de ruta urbana que va parando donde puede y cuando puede. Es baratito, va lleno casi siempre y el chofer suele manejar con una confianza que asusta. Si dices voy en micro, todo el mundo entiende el plan.
"Causa, me fui en micro a la chamba y el chofer se creía en la Fórmula 1, frenaba en seco y encima cobraba gritando pasaje, pasaje."