Se usa para decir que algo está oscurísimo, tan negro que ya da risa y hasta un poquito de miedo. La gracia está en comparar el color con la conciencia de alguien, como insinuando que es bien mala onda. Es humor negro, muy de cotorreo entre cuates, no para ponerse delicado. Y hay que admitir que la frase tiene su encanto.
"Apaga ese foco, compa, que ya de por sí tu cuarto está negro como tu conciencia, parece cueva de brujo del puerto"