Se le suelta a alguien cuando está dando vueltas con lo mismo, repitiendo la historia o dudando eternamente sin decidirse. Como una noria de feria: gira y gira, pero no avanza ni un metro. Sirve para cortar el mareo y pedir que se ponga las pilas de una vez. Bien gráfica y bien directa.
"Ya pues, flaco, no seas noria: ¿vas a venir a la fiesta o te vas a quedar dando vueltas en tu casa?"